De redención hablamos. De la de los hombres, a través del sufrimiento y del amor. A través de la esperanza. La Real Academia de la Lengua dice: redimir es “rescatar o sacar de la esclavitud al cautivo mediante precio”. También: “librar de una obligación o extinguirla”, o “poner término a algún vejamen, dolor, penuria u otra adversidad o molestia”.


Aquí hablamos de romper cadenas con cadenas. Liberar atando. Aliviar marcando.
Black Snake Moan es el título del máster y Craig Brewer, el doctor en debilidades humanas (ya dio otra clase magistral en Hustle & Flow, hace dos años). Hay pelis que sirven.
“No voy a cambiar de opinión. Esté bien o esté mal vas a entenderme. Como dijo Jesucristo: ‘Voy a sufrirte’. ¡VOY A SUFRIRTE! ¡Así que mueve ese culo dentro de mi casa!”.
El ‘delicado’ de la frase de arriba es Lázaro (Samuel L. Jackson), hombre de blues atascado en la tristeza, valga la redundancia, por el abandono de su mujer, ahogada en las paredes de una casa fría y de una realidad con vaho, radiador inservible y desidia y gana


Rae es ninfómana, y ofrece su cuerpo como un regalo asqueado desde que empezase a crecer con abusos de los peores: con consentimiento materno. Así que ella asume su hambre de sexo como ataques epilépticos y el sexo, como medicina de acción inmediata aunque con brutales efectos secundarios, visibles ya en su pelo sucio y en una tos con fondo podrido. Escucha el quejido de la serpiente negra.
Otra cosa es el amor. El de Rae es para un marine (Justin Timberlake) más perdido que ella y cuya ausencia, al servicio de esa patria que miente gratis sobre el honor y otros argumentos, devuelve a Rae a las garras de ese abrir de piernas fácil, tristísimo y sucio, desesperado.
Lázaro encadena a Rae para librarla de su mal. La encadena a ese radiador que heló a su mujer y que ahora cobra sentido y uso en pleno calor sureño. Con cada eslabón, con cada mirada de odio de Rae, incapaz de sentirse atada a un perímetro, él va san


2 comentarios:
'¡Voy a sufrirte las hormonas estos nueve meses!'... ¿dónde habré oído yo esto antes?...
Tú, además de sufrirme a mí, sufres 2.605 gramos.
Qué gusto sufrir así.
Pues fíjate que lo único que me llamaba incialmente la atención de esta película era el cambio de la Ricci, que parecía haber caído en una anorexia preocupante... pero ahora parece que gana enteros
Un cosa más. No he visto The Ritchies, más aún, no sé cual es... pero si merece la pena.
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