Digamos que las ganas de tener mi propio blog me entraron esta noche, cuando aún no era hoy. A eso de las seis y cuarto, de noche todavía, en un extraño e inesperado ataque de insomnio, lucidez y lectura. Raro. Pues eso, que me entraron ganas leyendo blogs ajenos y pensando cómo contaría yo tal o cual cosa, de qué hablaría, qué me atrevería a contar y qué me callaría, por pudor o verguenza o quéseyo. No se si abriré la palma para mostrar llaves ocultas, como la que da nombre a este blog, pequeño guiño a mi enganche cinéfilo. No se si haré de esto una especie de diario o más bien un hueco anónimo para compartir con alguien o algo o nadie lo que me gusta y lo que no de lo que voy viendo, que es mucho (qué suerte), de cine, en grande y en pequeño (series que son como cine). A ver.
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1 comentario:
Amiga:
Que me da mucha alegría poderte leer desde aquí y mucha penica de que las inspiraciones te vengan a estas horas de la mañana (entre los madrugones y los kilómetros que recorres a lo largo del día por las calles de Madrid a lo forresgump te van a dejar como unos zorros ¡Cuídate, nena!).
Y que te voy a seguir a diario, aunque solo pueda comentar teorías cinéfilas relacionadas con el negro de Anatomía de Grey. Mucho ánimo y muchas gracias por poner estas cosas tan requetebonitamente escritas que salen de tus dedillos torcidos.
Que te quiero, sister.
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